viernes, 25 de julio de 2014

RESTAURANTE LA GAMBA DE PALAMÓS

La Gamba de Palamós on fire!

Palamós es una población conocida gracias a un producto "top" y "premium"... Vaya! Lo que conocemos con una delicatessen, y que sólo puede encontrarse en una zona muy delimitada de la Costa Brava, en  el litoral de Girona. Estoy hablando de la gamba roja , conocida por todo foodie que se precie como "Gamba de Palamós". La temperatura y profundidad de las aguas  donde los pescadores capturan este extraordinario marisco son los secretos de su gran calidad y la certificación del producto como tal,  es también una garantía para el consumidor. Conocer de dónde proviene el producto es una de las exigencias que todo buen consumidor debería  preguntar y a pesar que como en todo, la picaresca se apodera de determinadas cartas de diferentes restaurantes  poniendo el sello " Palamós" en sus gambas, sólo la garantía del local y sobretodo el paladar de un cliente ávido y formado  podrá certificar su procedencia.
La extraordinaria terraza de La Gamba

En el restaurante La Gamba de la localidad turística, en la costa gerundense,  de Palamós,  ensalzan este producto . No en vano el nombre del restaurante  lo define. Y es tanto el amor que la familia Cuadrat tiene por el producto que hace más de 40 años lo bautizaron tal cual. Certifican todas y cada una de las raciones de gambas de Palamós que han servido a sus clientes y eso no deja de ser curioso! El Restaurante La Gamba es un clásico fuera de modas. Aquí la gente viene a comer marisco , arroces y pecados salvajes . Las ostras, almejas, berberechos o navajas vienen de Galicia, pero el resto lo compran en la Lonja de Palamós que es su proveedor oficial. La experiencia gastronómica  pasa por degustar el producto tal cual, sin aderezos ni técnicas "vanguardistas".
Qué calamares, Diós!

A un precio medio de 50€ ( si queremos producto, se tiene que pagar!) pude degustar un gazpacho de sandía con tartar de gambas , un correcto carpaccio de gambas de Palamós, unos erizos de mar gratinados, un clásico de la carta, a los que encontré faltos de sabor y unos extraordinarios calamares de "Potera" ( ese arte ancestral de pesca de los calamares) a la plancha ( qué maravilla, Diós!).
No obstante el espectáculo llegó de la mano de un excelente arroz de langosta de la Costa Brava, al punto y con un producto alucinantemente bueno, gustoso y tierno como el que representa la langosta de esta zona. La adoro!La quiero!... ¡Qué producto!
Qué arroz y que langosta, reDiós!

El último plato , la ventresca de atún , presentada en filetes demasiado finos ,con una cocción irregular,y acompañada de una mermelada de tomate, con una absurda decoración de jarabe balsámico ( lo odio!) y unos mango con exceso de clavo, me dejó un mal sabor de boca. ¿¿¿¿¿Por qué?????.
En el apartado de postres , todos clásicos pero muy bien elaborados, pude probar un Milhojas de chocolate con helado de canela, muy bueno.
No! Así, no!

Josep Maria Cuadrat, el hijo del fundador, dirige también la original carta de vinos, clasificándola por variedades de uvas y no por D.O.'s , donde predominan caldos de la D.O. Empordà ( como el magnífico Finca Olivardots que pude probar). Le encanta explicar la historia del local ( un edificio diseñado por el arquitecto Gustav Eiffel)  y enseñar su bodega a la que no hace falta regular la temperatura por la temperatura constante que tiene. El jefe de cocina desde hace 2 años es Josep Garcia , un chef criado en el Hotel Duran de Figueres y en el Roser 2 de l'Escala, que domina los platos tradicionales marineros ampurdaneses.
Josep M. Cuadrat y su bodega

Sus 40 años abiertos al público   es la garantía principal del local, que a pesar de la ventresca de atún, su visita es muy recomendable!