Tengo la suerte de poder viajar. No sé si mucho o poco, pero mucho menos de lo que me gustaría! Como dice una buena amiga mía, poner los pies en el aeropuerto ya me hace feliz. Disfruto en destinos urbanos pero también en aquellos dónde el contacto con la naturaleza es imprescindible, como es el caso de la Laponia Sueca, una gran desconocida y que me cautivó desde el primer momento
Tenía ganas de conocer esta región remota, a tocar con el Círculo Polar Ártico, y más en esta época, cuando el invierno toca a su fin, los días son más largos y se puede disfrutar , con un poco de suerte, de un buen sol.
UN DESTINO EXCLUSIVO Y ECONÓMICO
Desde el pasado 22 de Marzo es fácil, y barato, volar a la Laponia Sueca, Y es que la compañía Ryanair ofrece 2 vuelos semanales a Skelleftea desde Girona, los lunes y viernes. Quizás el obstáculo para no pensar en viajar a la Laponia Sueca, sea el económico. Pero teniendo en cuenta esta gran opción directa ,el vuelo puede salir por unos 100€. Y una vez en destino, la vida es prácticamente igual de cara o barata, según se mire, que en España. Tema económico zanjado! Vamos a ver que nos ofrece la Laponia Sueca.
SKELLEFTEA, LA ENTRADA A LA LAPONIA SUECA
Skelleftea ( debe pronunciarse "Sheleftia"), la puerta de entrada de la Laponia sueca es una pequeña ciudad acogedora de 30.000 habitantes. Visitar la la magnífica iglesia de Landskyrka y el cementerio que la acoge, justo al lado del río Skellefte es ya de por si un buen motivo para iniciar un paseo al lado del bosque y contemplar el puente de madera más antiguo de Europa, el Lejonstromsbron. A finales de marzo aun pudimos contemplar la ciudad con grandes grosores de nieve y el río completamente helado. La temperatura, alrededor de los -8ºC. Pero las temperaturas extremas no son obstáculo si vas bien abrigado. Como dicen los suecos "No hay mal tiempo. Hay gente mal vestida".
GASTRONOMÍA
Skelleftea ofrece una gastronomía interesante, donde el salmón, la trucha, los ahumados tanto de pescados como de carne , la carne de reno, excelente ,y el queso son los protagonistas.Impresionante por precio y calidad es el Restaurante Nordanagarden Vardshus, donde podremos comer a base de un excelente bufet libre, con diferentes especialidades suecas, a un increíble precio de 10€.
Pero la ciudad también dispone de espacios para degustar alta gastronomía sueca y lapona como es el caso del extraordinario Restaurante Nygatan 51 de la Chef Johanna Varnersson , donde podremos probar excelente carne de reno cocida a baja temperatura, una sorprendente trucha con mantequilla de langosta, el sublime caviar de Kalix o un surtido de quesos locales interesantes.
El precio medio, con vino incluido ,ronda los 70€ aproximadamente. La gastronomía es otra manera de conocer un país y si el presupuesto lo permite, diría que el Nygatan 51 es parada obligada.
Pero la ciudad también dispone de espacios para degustar alta gastronomía sueca y lapona como es el caso del extraordinario Restaurante Nygatan 51 de la Chef Johanna Varnersson , donde podremos probar excelente carne de reno cocida a baja temperatura, una sorprendente trucha con mantequilla de langosta, el sublime caviar de Kalix o un surtido de quesos locales interesantes.
El precio medio, con vino incluido ,ronda los 70€ aproximadamente. La gastronomía es otra manera de conocer un país y si el presupuesto lo permite, diría que el Nygatan 51 es parada obligada.
Como también lo es degustar sus excelentes quesos con el extraordinario Vasterbottens a la cabeza. Un queso seco, con un sabor penetrante que recuerda ligeramente al Parmegiano Reggiano.
EXPERIENCIAS ÚNICAS
La autopista con un paisaje completamente nevado, nos lleva hasta Pitea, un centro lúdico, turístico y familiar en la costa, al norte del Mar Báltico.Un mar, completamente helado que hace felices a los conductores de motos de nieve. Una extraordinaria experiencia es contratar un paseo de 2 horas a bordo de un rompehielos . Sentir el crujir del hielo machacado por el barco y observar un paisaje único y diferente ( todo un mar helado!) se convierte en una experiencia lujosa. Por el precio del paseo (alrededor de 50€) el barco se detiene en medio del mar helado del Báltico, y los pasajeros que lo desean pueden bañarse ,gracias a unos trajes de neopreno proporcionados por la embarcación, en un pequeño trozo del mar gracias a la acción del rompehielos.
DORMIR EN EL IGLOOTEL
Ya en la Laponia , a pocos kilómetros del pueblo de Arvidsjaur, nos encontramos un hotel diferente. Un igloo que es un hotel de lujo o un hotel de lujo en un igloo. Sea como sea, el Iglootel se inauguró el pasado mes de diciembre y estará abierto hasta finales de abril.... Y es que el hielo se derrite! El Iglootel pasa por ser una experiencia lujosa en un ambiente "cool". Cuenta con recepción, con su mostrador de hielo, un acogedor bar donde no hace falta utilizar cubitos de hielo para mantener frío el vodka Absolut ( el ambiente roza los -10ºC y es una ayuda más para calentar tu cuerpo. Eso sí, hay neveras para evitar que determinadas bebidas se congelen!. Un restaurante donde degustaremos una fondue de queso bien caliente y carne de reno a la parrilla y .... las habitaciones!, con piel de reno en el suelo y un caliente y confortable saco de dormir térmico.
El Iglootel dispone de una construcción adosada al igloo que permite, para los que no aguanten el frío extremo, dormir cómodamente en una cama, con calefacción y un ambiente de 20ºC! Unos lavabos con duchas incluidas con calefacción, jacuzzis de agua caliente, sauna y una barbacoa exterior completan las instalaciones del Iglootel. Despertarse y, después de tomar una buena sauna, degustar un desayuno continental en un ambiente gélido, diferente , lujoso y único tiene un precio que ronda los 150€/persona. La experiencia , lo vale!
COMPARTIR UNA JORNADA CON UN MIEMBRO DE LA COMUNIDAD SAMI
Los Samis son la comunidad originaria de Laponia y que habitan en 4 países : Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Las samis conservan su lengua, costumbres y derechos. Poseen por ley el negocio del ganado de renos, que normalmente lo utilizan para comercializar su carne y sus pieles. Todo esto me lo iba explicando Lotta Svensson Batsuoj , jefa de la comunidad Sami de Batsuoj, conduciendo su Volvo 4x4 por diferentes caminos con un paisaje impresionante. Adoran su tierra, su negocio, su cultura. Amablemente me condujo hasta su casa y nos desplazamos en moto de nieve hasta diferentes construcciones típicas samis, hechas de madera y con fuego en el suelo. Allí me cocinó un simple pero extraordinario bistec de reno acompañado de patatas y de una mermelada casera. Y continuamos hablando y hasta me cantó alguna canción sami
Son estas algunas de las experiencias que viví en la Laponia sueca. Un viaje diferente, natural, con mucha nieve en invierno que se convierte en un verde extraordinario en verano. Que cambia los mares y ríos helados por lagos y playas aptas para el baño estival. Conocí a sus gentes, sus costumbres, su cultura.... Y me encantó. Volví un poco más sueco y con ganas de volver.
Hasta pronto Laponia!
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