Pero en mi último viaje a tierras gaditanas y después de pisar el restaurante El Faro de Cádiz por cuarta vez en mi vida me he decidido a hablar de este clásico de la gastronomía gaditana. Otra , la última, aviso, decepción. Una gran decepción.
Del personal creo haber hablado en otro post. Son antipáticos, estirados, sin empatía. Incluso pueden llegar a rozar la mala educación siendo desagradables con el cliente. A veces con sonrisa. Otras sin ella. Mal.
No recomiendan nada de su carta "lo que quieran , señores". "¿Algún pescado salvaje?". A tal pregunta extraña del cliente, el camarero se va hasta el maître y le indica " Dorada, Lubina o lenguado". De hecho, los 3 pescados que tenían expuestos en el pequeño mostrador del restaurante. "¿Qué le parece hacer unos entrantes para compartir?" "Lo que quieran" es su vaga respuesta. A desgana, sin complicidad. Estuve a punto de preguntar si se sentía a gusto trabajando, si su sueldo o alguna enfermad de un familiar hiciera que sus respuestas desgranaran antipatía. Pero no, preferí concentrarme en la comida y disfrutar de la velada con mis compañeros de mesa. Qué decepción, Diós! Y ya van cuatro.
¿Buen servicio en sala? Si por buen servicio entendemos que no nos tiraron ningún plato por la cabeza, no nos insultaron y sabían servir por la derecha, vale! Pero las caras de desgana, la ausencia de una sonrisa , el no interesarse por nuestra opinión sobre los platos presentados y la no complicidad con el cliente hizo que , una vez más, mi opinión sobre el servicio fuera amargo. Amargo e incómodo.
Mayte Córdoba , la hija de los fundadores del restaurante que hace 2 años cumplió los 50 años de vida , se acercó a la mesa para coger el pedido de los postres. Sin un "¿cómo ha ido?" y al observar mi acento catalán me comentó que celebraron el aniversario del restaurante también en Barcelona en "una fiesta muy bonita". Ellos, ellos y ellos. Ausencia de empatía, de complicidad, con demasiado orgullo y dando por sentado que representan el mejor restaurante de Cádiz. Soberbia. Al faltar 2 comensales en la mesa y al estar aún leyendo la carta de postres le pedí que volviera más tarde. Pero no hizo caso. Seguramente el pastelero tenía prisa para irse a su casa y quería pasar el pedido de postres al precio que fuera.
¿Y la comida? Menos las tortillas de camarones, excelentes, pero sin llegar a las de Casa Balbino de Sanlúcar de Barrameda, fue regular. Mediocre. Frituras correctas ( sí, frituras), pescados cocinados con técnicas ordinarias y arroces malos, con exceso de tomate, demasiado pimiento, pasado y con un arroz de mala calidad. ¿Y los postres? Para ser olvidados rápidamente.
No, no y no! No volveré al Faro de Cádiz. Sospecharé de todos aquellos que me vuelvan a repetir que El Faro es uno de los mejores restaurantes de Cádiz. No! Los mejores són Aponiente, El Campero, Casa Balbino, El Chato, Navarro o incluso El Brillante o Casa Manteca y tantos otros que por no aburrir, no los cito.
Adiós El Faro. Adiós para siempre!
Vaya... Se ha quedado a gusto
ResponderEliminarPues si! A pesar de tener alguna mala experiencia, volví ma repetir. Hay excelentes restaurantes y barras en Cádiz para volver ahí. ES mi opinión
EliminarGracias por el comentario