lunes, 13 de julio de 2015

CAN ROQUET . UN PARAÍSO GASTRONÓMICO EN ROMANYÀ (GIRONA)

Donald y Kenn, pareja propietaria de Can Roquet
Descubrí este restaurante  por recomendación de un amigo del que me fío. No entendía como aún no había ido a comer  a Can Roquet, una preciosa masía perdida en la aldea medieval de Romanyà, en Santa Cristina d'Aro y recomendado por Michelin desde hace muchos años.
Hermosa terraza con vista únicas

Así que  con las preceptivas reservas me dirigí a este extraordinario paraje en lo alto del macizo de les Gavarres, donde se accede por una bellísima carretera llena de curvas que va desde Llagostera  a Calonge. La aldea, pequeña, con un silencio sepulcral  y con excelentes vistas  y determinados vestigios pre-románicos como su preciosa iglesia a la que se accede después de pedir las llaves a cualquiera de los 2 restaurantes que hay en Romanyà, vale la pena ser visitada. Y en este maravillosa atmósfera nos encontramos la masía Can Roquet.
La sala imecable... Qué vistas!

Donald de Rydder y Kenn  Van Roy, una pareja  belga se enamoraron de este paraje y sin tener experiencia  en la restauración  decidieron comprar la masía e instalarse. En un primer momento Donald, el chef , ofrecía una cocina sencilla, llena de influencia de platos belgas y poco a poco fue evolucionando hacia una cocina más personal, con productos de la tierra, sabias combinaciones y presentaciones espectaculares.  Sus clientes, extranjeros en su gran mayoría, procedentes de urbanizaciones de lujo de Santa Cristina y de Calonge, que suelen buscar  restaurantes dónde puedan hablar su idioma con los camareros, hicieron crecer Can Roquet.
Carta de Ostras

En el 2009 emprendieron una reforma integral del restaurante, sin desvirtuar la masía, pero ampliando la capacidad de sala y un poco la cocina. Han mantenido a lo largo de todos estos años , desde el 2002 cuando abrieron a la mayoría del personal, ampliándolo según se iban haciendo grandes, detalle que no tiene que pasar desapercibido, sobretodo cuando hablamos de la sala, que dirige la pareja de Donald , Kenn y que tiene a uno de sus grandes valuartes a Jaume que hace la selección de vinos , que te aconseja, te mima y sobretodo te hace pasar un buen rato en el restaurante. Un 10!
Royale de Foie

La cocina de autor que realiza el chef Donald De Rydder es ecléctica, con multitud de influencias pero con un objetivo claro : la satisfacción del cliente, que suele llenar con bastante asiduidad el restaurante. A un precio medio de 50€, no dispone de menú degustación y quizás sea eso  lo que le barre el paso a conseguir su primera estrella Michelin. Está recomendado por la guía francesa des de el año 2009 y cada año cuando recibe la visita  del inspector el comentario es "¿Para cuándo el menú degustación?" Y la respuesta de Donald la misma "Hasta que no pueda ampliar la cocina, imposible" Y es que las normas arquitectónicas de Romanyà imposibilitan la ampliación de la masía para hacer una cocina que permita espacio para la confección de menús degustación. Porque personal,de calidad, también en la cocina,  no le falta.
Tartar de Magret de Pato
Steak Tartar

De la carta sorprende un apartado a las Ostras de Daniel Sorlut, propietario de la mayor  granja de ostricultura de Europa, y que propone probarlas  al natural,, con Ceviche peruano  o con una divertida propuesta "Greta Garbo". Extraordinaria la Royale del Foie con jamón ibérico, brutales los tártars como el de Magret de pato con foie ( Diós, que bueno que eres!!), o el Steak Tartar acompañado con ensalada o con patatas fritas ( como buen belga que es!) y todos cortados a cuchillo , comme il faut!
Excelentes las manitas de cerdo deshuesadas y crujientes con vieira o el Consomé de cigala con calamar relleno de pies de cerdo( su reinterpretación del mar y montaña ampurdanés) o sorprendente su Pulpo O Feira, con chorizo y parmentier de patata que lo hace delicioso.
Calamar relleno de manitas de cerdo

Excelentes pescados, siempre salvajes, con cocciones perfectas y de gran calidad, como pargos con alcachofas o la escrita con erizos. Y en el apartado de carnes destacamos su Carrat de cordero, a baja temperaturas, que se deshacía en la boca o su ingeniosa mini carta de Rossinis que incluye tanto filetes como magret de pato.
Manitas de cerdo crijientes y Vieira

No dejéis de probar sus postres. marinados con precisos dulces,  a pesar de las importantes raciones que presenta Donald y que hace que el hambre esté bajo mínimos, pero su Semi soufflé  de chocolate es un must para los chocolateros más exigentes. Diós! Cómo se nota que es belga!
Carrat de cordero

Disfruté , me sentí bien y cómodo y a parte con unas vistas únicas, que para  los que no estén acostumbrados al paisaje del Ampurdán, es como estar en medio der la Toscana.
¿¿Qué más se puede pedir??
  
El chef con un servidor

No hay comentarios:

Publicar un comentario