En el mundo de la gastronomía no hay banderas, ni nacionalismos que separen. Sólo los cínicos e indocumentados , adolecidos por parálisis en diferentes grados, pueden promover un nacionalismo gastronómico.
La gastronomía es global. Disfrutas, aprendes, te emocionas. Y lo haces igual delante de productos como un jamón de Jabugo que delante de una gamba de Palamós , un cangrejo real de las Islas Lofoten o un caviar Beluga, Lo haces en Aponiente, en el Celler ,en Arpège o en Noma. La sabia maestría del chef, con sus cocciones , técnicas, acompañamientos, decoración, vajilla y vinos hacen todo lo demás. Hacen que la gastronomía sea mágica. Y quién la entiende, disfruta. Y el que no, allá él.
Cataluña podrá ser independiente, Francia se puede resquebrajar en 2, el norte de Italia puede quedar separado o una guerra puede agrupar diferentes estados del sudeste asiático... Y qué?
Yo continuaré disfrutando , aprendiendo y emocionándome delante de un plato hecho con sinceridad, utilizando buenos productos , creativo, bien presentando y canalla.
No, no , no hay banderas en la gastronomía. Hay técnicas, ingredientes, productos de diferentes países, Quizás te sientas orgulloso por tu chef vecino, faltaría más. Pero eso no es nacionalismo gastronómico.
A pesar que creo que sí que hay muchos nacionalistas gastronómicos, nunca , nunca, habrá un nacionalismo gastronómico
Qué aproveche!
