miércoles, 6 de agosto de 2014

CAN JUBANY : AQUÍ NO HAY VIDA PARA MEDIOCRES

Nandu Jubany y Anna Orte propietarios de Can Jubany

Me explica Nandu Jubany que nadie se queda con hambre cuando sale de su restaurante, premiado con 1 * Michelin. Directo y natural, este extraordinario chef, maltratado por la guía francesa , no deja de hacer felices a todos y cada uno de sus clientes desde que inauguró Can Jubany, en Calldetenes, a pocos kilómetros de Vic (Barcelona) , hace más de 20 años,
La entrada a Can Jubany , con un primer plano de la cocina

He estado muchas veces en Can Jubany y siempre he salido maravillado. Su dominio de la técnica, su excelente producto, las precisas texturas y la extraordinaria masía con la cocina a vista de todos cuando entras en el restaurante, hacen que la experiencia gastronómica sea espectacular.
Nandu con su propio gallinero

Nandu Jubany posee un pequeño huerto de dónde parten algunos de los productos  que acompañarán  los platos que degustaremos. Su propio gallinero, su propio secador de fuets.... Nandu Jubany quiere controlarlo todo. Exige saber todo de sus proveedores, que los escoge primero por su proximidad y si la calidad que busca no la encuentra, los va a buscar fuera. Su única prioridad es ofrecer el mejor producto posible. . Aquí no hay vida para los mediocres!
Los mini fuets, extraordinarios

Nandu Jubany tiene diferentes trabajos fuera de Can Jubany, como son la dirección ejecutiva del Petit Comité  del Hotel Majestic de Barcelona, l'Hermitage de Andorra, su apuesta en Singapur... Pero él sabe que su sitio es Can Jubany y a pesar que disfruta con su profesión, no quiere que eso le quite demasiadas horas para estar con sus hijos. Quizás sea por esta razón que cambiará el día de descanso semanal por los domingos. Un gran chef y mejor persona!
Un clásico : la coca de foie... Delicia!

En mi última visita que hice a Can Jubany me decanté por el Menú de Temporada , no tan largo como el degustación, a un muy correcto precio  de 59€, bebidas a parte. Las tapas de inicio ya nos indican en qué liga compite Can Jubany : el corte de mojito, lima i galleta de azúcar, las mini verduritas del huerto, excelentes, con su tierra y piedras de río de queso parmesano, los mini fuets Can Jubany, la coca de vidrio con jamón ibérico y piñones o el sublime y clásico globo de queso azul de Centelles.Qué técnica, Diós!
La deliciosa y también un clásico de la carta, coca de foie con manzana caramelizada da la  salida al menú.Le seguirá unos espectaculares huevos estrellados con calçots, ajos tiernos, setas de primavera y patatas.
Huevos estrellados... Te quiero, Nandu!

La buena mano que Nandu Jubany tiene con el arroz hace que veamos todas las estrellas del firmamento  con su arroz seco de sepionetes, las sepias más pequeñas del mundo mundial con pimientos del padrón.... Quién dice que todo está inventado en materia de arroces?. Una sencilla pero sabrosa caballa a la brasa con sal de bacalao ( qué grande eres, Nandu!!) y un corderito lechal ( ahí está la definición de "delicatessen) ponen fin a este extraordinario menú.
Quién dice que la caballa no tiene salida en un restaurante gastronómico?

Antes tendremos tiempo para saborear sus postres, donde la técnica y el producto siguen al mismo nivel, y entre los que destaco un magnífico "baba" brioche con vainilla, ron y helado de nata  y su interpretación de las fresas con nata... Qué feliz que soy!
Fresas con nata : la evolución!

Anna Orte, su esposa y jefa de sala está atenta  a todo lo que ocurre dentro : te recibe en el hall, te acompaña hasta tu mesa, se interesa por tu procedencia, te explica el menú y su filosofía.... Te hace sentir tan  bien que nunca encuentras el momento de partir de Can Jubany.
La técnica, la naturalidad, los orígenes marcan la cocina de Nandu Jubany. Y yo , al menos, seguiré reivindicando su segunda estrella, merecidísima, para Can Jubany. Soy fan, lo siento! ;-)
Salí, como siempre, feliz

martes, 5 de agosto de 2014

EL VOL GASTRONÒMIC Y LA CULTURA DEL NO

La imagen del Vol Gastronòmic

En pleno centro histórico de Girona, una empresa privada ha instalado , de forma temporal,  una plataforma de acero que sobrevuela en parte el río Onyar, con una mesa alargada y una cocina vista, con unas vistas espectaculares de la catedral y de todo el centro de esta ciudad. El proyecto se llama Vol Gastronòmic  y pretende ser una herramienta de promoción de la gastronomía gerundense de primer orden.

Quiero que me guste, y pregunto y repregunto mis dudas a su responsable Enric Sucarrats. La capacidad para 18 exclusivas personas, ha batido récords   y a día de hoy tienen contabilizadas más de 800 reservas a un precio de 60€ por cubierto, Los chefs seleccionados por diferentes colectivos de cocina de las comarcas gerundenses y con el beneplácito de Joan Roca, de El Celler de Can Roca, cocinaran a vista de los comensales, con excelentes vistas de Girona, diferentes menús.
Protestas del colectivo del No a todo

Como era de esperar, en una zona tan adicta al "no a todo", han aparecido las primeras críticas. Girona fue el no a la variante de la NII a su paso por Sant Daniel, fue el no para una edificación temporal de arte , el Niu, no al paso de la línea de muy alta tensión, es el no a la Bulli Foundation, en cala Montjoi, el no a Ryanair y ahora es el no a el Vol Gastronòmic.

The Cube

A mi personalmente no me acaban de convencer  estas estructuras que plantean experiencias gastronómicas fuera de restaurantes convencionales como fue el caso del The Cube , cenar en una mesa a más de 200 metros colgados de una grúa o , como el caso que nos ocupa, el Vol Gastronòmic de Girona. ¿Qué aportan estas experiencias a nivel gastronómico? Nada , absolutamente nada!  Es absurdo desde un punto de vista gastronómico pero interesante para el turista ávido en experiencias. La gente quiere sorpresas, la exclusividad de poder comer en un sitio único y en el que seguramente no podrá volver a comer y esto ayuda. Pero sobretodo , y esto es lo más importante, aporta promoción para una ciudad y  un territorio, como son las comarcas de Girona,  con un altísimo nivel gastronómico. 
Experiencias gastronómicas absurdas a 200 metros de altura!

Pero ¿por esto nos debemos cargar el proyecto del Vol Gastronòmic?  ¡Que tampoco es tan grave! Es sólo una estructura temporal  y dentro de 10 meses o 1 año el Pont de Pedra volverá a la normalidad y Girona habrá promocionado con mucho éxito su gastronomía. ¿A caso no molestan unos andamios en un edificio histórico, el paso de una moto sin silenciador . o la visita de una escuela por los Jardins dels Alemanys? ¿Nos los cargamos también? 
Girona, a cambio de esta "penitencia" tendrá más visitantes y estos llenaran las terrazas de bares y restaurantes e incluso comprarán algo más y los hoteles verán incrementado el número de camas vendidas... ¿Esto es malo? ¿Que se crea un precedente? ¿ Que los diseñadores del invento podrían haber hecho que la parte que da a la calle Santa Clara fuera más agradable?  ... Quizás si, pero sólo por estas razones creo , desde mi humilde opinión, que hubiera sido un error vetar la instalación de una estructura como esta.
¿Un escaparate para ser visto o una experiencia diferente?

Ah! Que son los mismos a los que no les gusta el turismo, que las calles estén llenas  de visitantes que se hacen fotos en el Pont de Ferro o en las escaleras de la Catedral, son esos a los que les impiden ir al restaurante (que seguramente tampoco irían)  porque están llenos de esos otros que les molestan . Es  la cultura del no,del no a todo y que a mi, personalmente esta cultura no me gusta.¿ Una contradicción?