viernes, 4 de agosto de 2017

DESAYUNOS EN HOTELES : 10 COSAS QUE DEBES SABER



Por trabajo y por placer viajo a menudo y me hospedo en hoteles y el desayuno es una de las cosas que más sigo valorando y esperando cada mañana después de la obligada ducha matutina. ¿Qué es lo que nos produce ese sentimiento? Deseamos tener hambre para enfrentarnos a un opíparo desayuno, ese desayuno que nunca tomaríamos en casa  y donde muchas veces la gula es la peor de las consejeras.  ¿Desayuno continental, desayuno buffet o desayuno a la carta? Convencido estoy que una de las opciones  más determinantes para que reservemos  habitación en  un hotel es que la reserva incluya  el ansiado "Desayuno Buffet". Y miramos los comentarios  para ver si el desayuno que ofrecen es de esos que te dejan medio loco, que casi no importa si el precio es más caro o más barato que el de los de la competencia. ¡No! Lo importante es el desayuno buffet, opíparo, con montañas de croissants, cazuelas con bacon  huevos fritos y salchichas y bandejas de embutidos y buenos comentarios . Pero déjenme  dar 10 consejos sobre los desayunos en los hoteles. Hará su mañana ( y resto del día) más agradable.

1) Seamos los primeros. ¡Que todo se acaba!
No hace falta bajar a las 7 de la mañana si es laborable o a las 8 si es festivo  sólo por el temor  de que la comida, ese desayuno ansiado que iba incluido en el precio de la reserva, se acabe rápido. ¡No! Bajen temprano si quieren desayunar tranquilos, con poca gente, con un buen servicio de camareros atentos a sus deseos. Esos deseos que pasan por pedir un Capuccino con un corazón dibujado en su espuma. Disfruten de esas cosas que nunca harían en casa. Y si el tiempo y el hotel lo permiten, desayunen en la terraza o en el jardín del hotel. 


2) ¿Continental, buffet o a la carta?
Que no nos pueda la gula. Un desayuno continental (café, zumo, mantequilla, mermeladas pan y bollos dulces)  puede convertirse en una experiencia única si los productos  son de calidad : un croissant y pan recién hechos, unas mermeladas artesanales, un zumo recién exprimido, un buen café.... ¿Qué más se puede pedir? Pero como la gula Sí-Nos-Puede, seguramente contrataremos un hotel que incluya un desayuno buffet, con bandejas y bandejas de productos, con cazuelas y cazuelas de  cocinados, con montañas y montañas de bollos. No importa que todo sea industrial. Importa la cantidad ¡Abajo la calidad! Pero tenemos que ser sinceros y si bien hay buffets malos hay otros excelentes, con productos de calidad y recién hechos, cocinados , cortados y exprimidos.  Finalmente el desayuno a la carta es lo más "cool" y lujoso que ofrecen los hoteles de categoría. Una carta espera en la mesa del huésped y es él según sus preferencias el que escoge qué desayunará. La calidad normalmente es alta, todo es recién hecho y evita comer más de la cuenta. Y no porque no tengamos más hambre  , sino porque nos da vergüenza pedir más. ¡Ay! ¡¡La gula!! 

3) ¡No al bacon recalentado ni a los huevos fritos amontonados!
Ya sé que no comemos habitualmente huevos con bacon para desayunar. Pero ¿Realmente nos gusta el bacon hecho y recalentado de hace horas y huevos fritos hechos en plancha y sin las sagradas  puntillas? No hace falta ponerse en el plato  más de 3 trozos de ese bacon poco hecho, con ese plástico que lo recubre que seguramente no es comestible . ¡No! El bacon es un producto muy barato que requiere que esté hecho , que la corteza esté doradita y que sea de calidad. ¿Y qué decir de los huevos fritos hechos en plancha , amontonados en una cazuela y muchos de ellos rotos por la presión y el mal hacer del cocinero?  Uno o máximo 2. No nos pasemos que queda mucho por descubrir en ese buffet


4)  Salami, mortadela, jamón de 3ª división... ¿Realmente nos gusta?
Un buen jamón, salchichón artesano, embutidos típicos de la región, quesos artesanales y típicos de la zona. ¡Eso es disfrutar!. ¿De qué sirve que nos presenten bandejas de embutidos de mala calidad, con un pan  ordinario? Vayamos a disfrutar y no a comer por miedo que se acabe el mundo. Busquemos calidad y no cantidad. Nuestro estómago nos lo agradecerá

5) Las horrorosas "tapas" o lo que ayer  no se vendió
¡No! Si ha sobrado algo del servicio de cena de la noche anterior no es de recibo que se presente en el buffet. Si al aprovechamiento pero no a costa del sufrido cliente. No hace falta decorar el gran buffet de desayunos con sobras de otros servicios o con quesos cortados el día anterior. Los hoteleros saben que si hay muchas cosas  el cliente lo agradecerá. Y no debiera ser así. ¡Tarjeta roja al hostelero!


6) El café en un aparato como el que tengo en la oficina
En la era de las cafeteras Nespresso,  ¿hace falta colocar una máquina de café como la que tenemos en el trabajo y que hace un café horrible? ¡No! Por la mañana , un buen café, y si puede ser espresso , bingo. Reclamen y los delicados camareros les traerán uno de la cafetería. No todo vale. Y si el presupuesto del hotel no llega para eso, al menos un buen café de goteo americano. Mucho mejor que esas diabólicas máquinas. 

7) Zumos... Esos zumos....
¿Qué hace feliz al comensal? ¿Un zumo Don Simón o uno recién exprimido? Ya sé que todo tiene un coste y que muchas veces por el precio pagado no se puede llegar a ofrecer un servicio de calidad. Pero un zumo de naranja natural y si puede ser acabado de hacer es de lo  que más valoro en un hotel. ¿Cara de felicidad por un simple zumo natural? Somos fáciles , lo sé!


8) Cliente : no rellene el plato ni haga montañas. ¡La 3ª Guerra Mundial aún está lejos!
¿Miedo a que se acabe, gula desenfrenada o pereza de levantarse más veces? Realmente el comportamiento humano siempre me sorprende y mi cerebro no entiende por qué determinados clientes llenan tanto su plato que entre otras cosas le imposibilitan comer con facilidad. Mezclar dulce y saldo, salsa de tomate, ensaladilla rusa de ayer, bacon, croissants , embutidos y huevos fritos... ¡No!

9) Tengan paciencia, la gente está dormida aún
Ya sé que molesta que un cliente se pase delante de esa bandeja de embutidos  5 minutos pensando qué cogerá. Pero la gente aún está dormida, no ha hecho aún su primer café y es feo, pero que muy feo, colarse o empujarle. Vaya a otra bandeja y mire de reojo si ese cliente se ha decidido, para ir a apoderarse de un trozo de jamón. Tengan paciencia. ¡Estamos dormidos!


10) Dónde fueres , haz lo que vieres
A pesar que la cocina de desayunos está totalmente internacionalizada, uno debe pensar dónde está para que tu satisfacción sea óptima.Si se está en Francia los croissants , los brioches , lo dulce en general, el pan y los quesos , serán por regla general, magníficos. Pero a veces también defraudan, no se crean. Encontrar especialidades locales, embutidos típicos, quesos de la región o frutas  es lo que hará ser diferente a ese determinado establecimiento. Calidad y territorio y por un precio medio  de 12 o 15€ es lo mínimo que podemos exigir. Piensen ,señores hosteleros,  que el desayuno es lo que más valoran los clientes cuando van a su casa. No los defrauden. Se lo agradecerán profundamente  



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