Llafranc a tus pies! Extraordinaria imagen de la Costa Brava |
El restaurante se encuentra en un hostal familiar, que a pesar de la sencillez que otorgan las malnacidas estrellas, es un sitio mágico para desconectar de todo. Un lujo, señores, un lujo! Cuántas veces repetiré que el lujo no lo dan las estrellas! Y allí desde hace 15 años Quim Casellas y su hermana Maria se ocupan de dar un toque gastronómico a la zona. Fue una apuesta personal y poco a poco, paso a paso, de stages en stages , han hecho que esa apuesta fuera ganadora.
Reservar en la terraza, es de obligado cumplimiento... |
Pero lo bueno estaba por llegar con un arroz, cocido como si fuera un rissoto, con gamba de Palamós y... jamón ibèrico! Quim Casellas nos volvió a sorprender con una combinación que pudiera recordar a un mar y montaña , delicioso, al punto, fuerte de sal seguramente por el acierto del jamón.
Un magnífico lenguado con almejas 00, sencillo, sin más! y un "godall" que es como los locales denominan al cochinillo, deshuesado y con unos aromas extraordinarios, puso punto y seguido al menú. Pero faltaban los postres, donde a parte de una copa , refrescante , de yogur con limón, me entusiasmaron los buñuelos de chocolate... Más que buñuelos son pequeños coulants de chocolate extraordinariamente elaborados! Grande Quim!
La sala llevada con corrección por María Casellas, hermana del chef, y con una carta de vinos donde predominan los caldos del Ampordán, hizo que nos emocionáramos con todo! Con el menú, con la ubicación, con el hotel, con Quim , con María y con el resto del personal de sala.
Michelin no se suele equivocar y en Casamar han dado en el blanco!
Un placer!
Quim Casellas con un servidor. Un gran chef y un buen tipo! |