CASAMAR: EL RESTAURANTE ESTRELLADO CON LAS MEJORES VISTAS DEL MUNDO!

Llafranc a tus pies! Extraordinaria imagen de la Costa Brava

Tenía muchas ganas de acercarme al Casamar. A pesar que hace 2 años ostenta con orgullo 1 estrella Michelin, mi interés por el Restaurante Casamar era conocer a un crack, un gran tipo, Quim Casellas, el jovencísimo chef de este magnífico restaurante en Llafranc. Quizás sea el restaurante con estrella Michelin con mejores vistas del mundo. Situado en el centro de la Costa Brava, a pie del camino de ronda, esos caminos que son un excelente recurso y reclamo turístico, que bordean la costa y que durante el Siglo XIX sirvieron de paso para contrabandistas, el Casamar tiene unas vistas de la Costa Brava en esencia... Dios, qué vistas!!

El restaurante se encuentra en un hostal familiar, que a pesar de la sencillez que otorgan las malnacidas estrellas, es un sitio mágico para desconectar de todo. Un lujo, señores, un lujo! Cuántas veces repetiré  que el lujo no lo dan las estrellas! Y allí desde hace  15 años Quim Casellas y su hermana Maria se ocupan de dar un toque gastronómico a la zona. Fue una apuesta personal y poco a poco, paso a paso, de stages en stages , han hecho que esa apuesta fuera ganadora.

Reservar en la terraza, es de obligado cumplimiento...

La terraza es el sitio idóneo  para degustar el menú degustación que nos preparó Quim. y que sale por 61€, bebidas a parte. Se inició con una crema fría de patata y puerro con helado de queso fresco del Ampurdán y caviar. Un inicio refrescante para solventar el calor que con justicia caía a finales de julio en la Costa Brava. Después vino un excelente semi-frío de  foie-gras combinado con cerezas! Qué bien combinan las cerezas con el foie y servido en copa... Espectacular!

Pero lo bueno estaba por llegar  con un arroz, cocido como si fuera un rissoto, con gamba de Palamós y... jamón ibèrico! Quim Casellas nos volvió a sorprender con una combinación que pudiera recordar a un mar y montaña , delicioso, al punto, fuerte de sal seguramente por el acierto del jamón.

Un magnífico lenguado con almejas 00, sencillo, sin más! y un "godall" que es como los locales denominan al cochinillo, deshuesado y con unos aromas extraordinarios, puso punto y seguido al menú. Pero faltaban los postres, donde a parte  de una copa , refrescante , de yogur con limón, me entusiasmaron los buñuelos de chocolate... Más que buñuelos  son pequeños coulants de chocolate extraordinariamente elaborados! Grande Quim!

La sala llevada con corrección por María Casellas, hermana del chef, y con una carta de vinos donde predominan los caldos del Ampordán, hizo que nos emocionáramos con todo! Con el menú, con la ubicación, con el hotel, con Quim , con María y con el resto del personal de sala.
Michelin no se suele equivocar y en Casamar han dado en el blanco!
Un placer!

Quim Casellas con un servidor. Un gran chef y un buen tipo!